Hidratarse para una vida saludable.

El agua es el componente esencial para la vida en la Tierra y un recurso invaluable para la supervivencia de todos los seres vivos. Nuestro cuerpo está compuesto en gran parte por agua, y mantenernos bien hidratados es esencial para el funcionamiento óptimo de nuestros sistemas y para mantener un buen estado de salud. En esta conversación exploraremos la importancia de consumir agua durante el día y proporcionaremos razones sólidas para recomendar su consumo constante.

I. Beneficios para la Salud:

El consumo adecuado de agua tiene numerosos beneficios para nuestra salud. Uno de los más fundamentales es que mantiene nuestros órganos vitales en funcionamiento. El agua es esencial para la digestión, absorción y transporte de nutrientes, así como para la eliminación de toxinas a través de la orina y las heces. Además, ayuda a regular nuestra temperatura corporal y lubrica nuestras articulaciones, lo que contribuye a un rendimiento físico óptimo.

El agua total disminuye con la edad, desde aproximadamente un 75 % del peso corporal en los primeros meses de vida hasta un 55 % en las personas mayores, representando de media el 60 % en los adultos. Después del primer año de vida, parte del contenido de agua se sustituye por proteínas y minerales. Los varones suelen tener un mayor porcentaje de agua que las mujeres debido a que tienen mayor tamaño corporal y más masa muscular, que tiene un mayor contenido de agua que la grasa.

II. Hidratación y Función Cerebral:

Nuestro cerebro que contiene gran cantidad de agua (aproximadamente un 75 %) también se beneficia significativamente del consumo adecuado de agua. Estar bien hidratados mejora la función cognitiva, la concentración y la memoria. La deshidratación, por otro lado, puede afectar negativamente nuestro estado de ánimo y provocar fatiga mental, lo que afecta nuestra productividad y bienestar emocional. Mantener una hidratación adecuada puede ayudar a mantenernos alerta y enfocados a lo largo del día.

III. Control del Peso:

En un estudio realizado en Estados Unidos se llevaron a cabo dos experimentos. En el primero, los individuos con peso normal presentaban una ingesta calórica menor en el almuerzo si bebían 1,5 L de agua durante la mañana, en comparación con los que bebían 0,5 L o 1,0 L.

Algunos estudios han observado que un incremento del consumo de agua puede favorecer el mantenimiento de un peso corporal saludable.

IV. Salud del Sistema Cardiovascular:

Una adecuada hidratación también juega un papel crucial en la salud cardiovascular. El agua ayuda a mantener un volumen adecuado de sangre en el cuerpo, lo que contribuye a una circulación más fluida y a una presión arterial saludable. Estos factores son esenciales para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares.

V. Función del Sistema Digestivo:

El consumo regular de agua también favorece el buen funcionamiento del sistema digestivo. Una ingesta suficiente de agua facilita el tránsito intestinal y previene el estreñimiento, lo que promueve una digestión más eficiente y evita molestias gastrointestinales. Mantenerse hidratado también ayuda a prevenir la formación de cálculos y otras complicaciones renales.

Las necesidades de ingesta de agua vienen determinadas por factores como la edad, el sexo y el peso corporal. Además, se debe consumir más agua en determinadas circunstancias, en cantidades que compensen los incrementos de su eliminación, como con la práctica de actividad física, los climas cálidos y las alteraciones relacionadas con la salud (fiebre, vómitos y diarrea).

El balance hídrico depende esencialmente de la ingesta de agua y la producción de orina. Fisiológicamente, la ingesta de líquidos está regulada por la sed que corresponde al deseo consciente de beber.

En un estudio realizado en varios países, que incluía a Argentina, Brasil y México, se observó que el 41 % de las mujeres y el 59 % de los hombres no cumplían con las recomendaciones de la EFSA (2,5 litros en hombres y 2 litros las mujeres). Y cuando se preguntaba por la probabilidad de consumir las cantidades recomendadas, la probabilidad de cumplir las recomendaciones era superior en las mujeres e inferior en los individuos de más de 50 años.

Si durante la actividad física se llega a la deshidratación, aumenta el esfuerzo cardiovascular y termorregulador, lo que disminuye el rendimiento físico y puede llegar a producir un golpe de calor. Afortunadamente, las personas que practican ejercicio físico de modo regular cada vez conocen más la importancia de una buena hidratación.

Se debe tener especial cuidado con los niños, puesto que, presentan, con respecto a los adultos, una serie de características que los hacen más vulnerables a la deshidratación y los daños por calor, tales como una mayor producción de calor en proporción a su masa corporal, menor gasto cardiaco, mayor pérdida de fluidos en igualdad de condiciones ambientales, un umbral más alto para comenzar a sudar y una sensación de sed inadecuada al grado de deshidratación. Al respecto la Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños ingieran líquidos a intervalos regulares antes, durante y después de practicar una actividad física para mantener una hidratación adecuada.

Una correcta hidratación es esencial para un adecuado funcionamiento del riñón y las vías urinarias, incluida la prevención de las infecciones del tracto urinario.

Los cálculos renales se conocen desde la antigüedad. Hipócrates hizo una descripción de la “putrefacción de orina y los cálculos”, recomendando consumir grandes cantidades de agua como tratamiento.

¿Tiene efecto el consumo de agua en la presencia de diabetes? Un estudio transversal realizado en el Reino Unido evidenció una relación negativa entre el consumo de agua y el riesgo de presentar Diabetes, esto es, a menor consumo de agua, mayor riesgo de desarrollar un aumento del azúcar en sangre y posteriormente diabetes.

Deshidratación en la vejez:

La deshidratación puede afectar a personas de cualquier edad, pero los niños de corta edad y, especialmente, los ancianos son los grupos expuestos a un mayor riesgo de sufrirla. De hecho, la deshidratación está entre los 20 diagnósticos más frecuentes. Las causas de la deshidratación en los ancianos son muy variadas, sin embargo, se debe tener presente que existe una disminución de la eficacia del sistema regulador de la hidratación a nivel renal, junto con una peor respuesta a la hormona antidiurética, lo que a su vez provoca una disminución de la sensación de sed. En consecuencia, se debe estar atento al consumo de agua consciente de las personas mayores

Conclusión:

En conclusión, el consumo adecuado de agua es esencial para nuestra salud y bienestar general. Sus beneficios abarcan desde mantener el funcionamiento óptimo de nuestros órganos vitales hasta mejorar nuestra concentración y función cerebral. Además, mantenerse hidratado puede ser una herramienta valiosa para el control del peso y la salud cardiovascular. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente adoptar el hábito de beber agua durante todo el día, y llevar consigo una botella reutilizable como recordatorio constante para mantenernos hidratados. Beber agua es una inversión en nuestra salud presente y futura, y una forma sencilla pero poderosa de mejorar nuestra calidad de vida.